lunes, 13 de julio de 2009

PLEGARIA DE UN RECUERDO

PLEGARIA DE EL RECUERDO



Una Mujer que tuvo lugar en los mares de mi soledad,

porque su sonrrisa era la inspiración para los creadores de

mundos tejedores de los sueños y de los delirios de la poesía,

ya que ella era la de los ojos de noche, y nocturna ya que sacudía

sus lágrimas y nacian cristales en el cielo.

De sus vestidos cuando la Luna arropaba paisajes en el

desierto silencioso, su voz parecía el vacío de su capa nocturna, sus ojos...

hacían perder las praderas de mi alma mientras que yo sólo era el testigo de

las maravillas de una ilusíon.

"Blanca paloma que anidaste en mi corazón,
la que sus arruyos templaban mis latidos,
extiende tus alas para que la brisa haga flamear
el algodòn de tu cuerpo y libere cada làgrima
diàfana de tu alma taciturna.



¿Dónde estaras?.¿A dònde iràs?.
Si en mis sueños nadas en el reflejo del ocèano en lo alto
y azul del cielo, y mientras danzas en el viento
ese càlido aire que despejas susuranan mis oìdos que te alejas de mi.


Si yo fuera el sol y mis pensamientos el viento
no habría razón de seguir volando, sólo de que
te endulcen mis palabras en las cálidas palabras de una brisa,
pero vuelas... y no sé si regresaras, sólo el sonido
de cada ráfaga en el aire me avisará cuando tus pasos lleguen a mi.


LUIS MIGUEL ROQUE RAMÍREZ

domingo, 20 de abril de 2008

ROSA AZUL, OJOS DE ESTRELAS

ROSA AZUL, OJOS DE ESTRELAS :


Al sol le dije alguna ves que me trajera
una hermosa rosa azul cielo que la veìa pasar
por mi ventana, en las noches violetas
cuando la Luna nos tiempla el alma:




-Rosa azul y de ojos celestes;
tu vestido es como la noche romàntica con encajes de luz de luna.
y en tus dulces orejas son niñas las estrellas,
llevas un collar de perlas hechas del cielo
y el universo tuvo un fin al convertirse en tus cabellos-



No hables màs, cerrarè tus labios
con un beso de la llave de mi corazòn,
mi saco color niebla cubrirà tu fino cuerpo;
el frìo està celoso, el frìo està violento.


Rosa del universo, labios del firmamento,
hoy poso en tu lecho, como mezclar nuestrtas
esencias tiñiendo con nuestras manos el agua cristalina

Hùndete entre mis brazos,
y encontrarà en mis praderas
los eternos ramos de mi amor.




LUIS MIGUEL ROQUE RAMÌREZ

A LA NATURALEZA SILENCIOSA

A LA NATURALEZA SILENCIOSA

Me gusta el silencioso canto del viento
porque es soltar a vuelo mis palabras al mundo
en el correr de las mantas de su ràfagas solitarias

Su cuerpo acaricia cada paisaje
con sus faustos cintos flameantes,
sus ojos hialinos cautivan la belleza
del momento vacìo

-¿Porquè no descansas
pastor del aire y de
los blancos carneros del cielo?-

-¿No desearìas recostarte
sobre la gris camisa
del desierto desolado?-

Dos almas con un venturoso
rumbo, en su reencuentro,
su conversaciòn serìa esporulada
en el espacio y la gravedad del planeta
y las harà bailar en un vaivèn del mar.




LUIS MIGUEL ROQUE RAMÌREZ

domingo, 30 de diciembre de 2007

CARTA Nº 10

CARTA Nº 10

ANOCHECER- LA DESPEDIDA:






Para ser sincero, saber que vuela el viento;
ya no me siento el mismo,
estaba alcanzando un nivel
considerable en lo que era escribir,
pero habían cosas que me faltaban, y
aunque quería descubrirlas,
unas sombras me tomaban las manos
he impedía que siga avanzando,
sentía frío...,
sentía dolor...,
mi piel se cristalizaba,
y mi corazón anunciaba el fin
de un mundo viejo y añejo.

Mis manos, no respondían.
Llegaba un barco... a mi conciencia,
raptando al que creía
ser un romántico.



Se lo llevó, y fue un reo en el navío,
desesperado, mi corazón gritaba
por el vacío que fue invadido
en aquel instante.

Y se fue..., marchito,
ahora ya no era mi sòlo corazón,
sino una rosa blanca,
que sudaba expulsando sus perfumes
y su propio color rojizo,
ahora se hallaba pálida de la soledad.

Lo último que vio aquel
ser apresado, fue su hogar
que fue desprendido de sus brazos,
los poemas que de su lengua
aún no salían, en la noche,
la mirada de la cálida Luna
que a su amor de su musa se despedía,
porque mañana él la olvidaría.



LUIS MIGUEL ROQUE RAMÌREZ



CARTA Nº 9

CARTA Nº9
(Al soñar en el camino)

Las ropas del mar
Dejaron las huellas de sus brazos
sobre la escarpada
arena del desierto,
pareciera que hubieran
persona sepultadas
bajo las sàbana amarilla
que viste la arena.

Los cerros, titanes recostados
En un letargo sueño .
El viento sopla con fuerza,
Esparciendo a las nubes en un vaivén del mar.

Mis párpados están cansados,
Por euna sombra alada
que proteje el cielo,
Ahora se desvanece...,
y ahora se desvanece...,
Y mis ojos se rinden al entrar...,
en tu libro de sueños,
que el vacío habita en el eco
el la ancha grieta de mi corazón
que a mis manos hecharon a volar
las plumas de mi cuerpo,
si ríos de plata hacen tu piel
y la rosa, es el sol de tus labios
todo por una mirada tuya
donde cayeron mis ojos
a los inicios del tiempo.
LUIS MIGUEL ROQUE RAMÌREZ

CARTA Nº 8

CARTA N° 8

(A mi nuevas tierras)

¿Qué se dice al viajar?,
¿Qué se dice al extrañar?,
y se vive en el transporte
un tranquilizante momento.

Mi cuerpo paralizado,
es sumergido sobre un fondo celeste de cielo,
mis ojos se encuentran quietos
como las rocas y los árboles caídos
observando el cristal, ventanas de mis pupilas

El móvil gruñe,
porque se moverá a un nuevo destino,
¿Dónde queda aquel camino?
En el amor y el cariño, de mi madre,

Desde mil besos hasta el fin del universo
Son dadas en un arrullo
De despedida esperanzada.

Siento que mi corazón
es desprendido de su lugar
quedando un vacío en las
venas y arterias.

Tacna, me voy de este lugar
Por un corto tiempo,
Ya han pasado quince minutos
Y sólo veo tus cerros.

Mi alma, mi espíritu
Y sentimientos dicen:
Que el extrañar se oye
en el silencio del viento
ausente, en el silbido de las brisas.



LUIS MIGUEL ROQUE RAMÍREZ

domingo, 23 de diciembre de 2007

CARTA Nº 7

CARTA Nº 7



(A mi madre)

En mi alma se abre una herida mas
s brote de las flores, despojando un olor a tristeza
el eco trae el llanto de un niño, se oye en mi cabeza,
el dolor de un hijo, jugando con las espinas de su madre

Cortando mis ilusiones adolescentes
con lo filos de su boca indiferente
con el triste vacío de su silencio,
ocultando su meditabunda voz en su carisma.

Mamá, luz y sombra de mi vida,
nos hacemos tanto daño con la cuerda que nos une,
jugamos con ella, saltando en un círculo sin sentido.

Mi intención es alegrarte en tus momentos decaídos,
y al intentarlo consigo todo lo contrario,
seré una persona mas en tu vida, como el pasar de los días.

Sabes, te agradezco por todo,
por las aventuras en la magia d tus cuentos
por los cálidos besos desde niño
que me embriagan de tu sublime amor

Gracias por ser la guardiana de mis torpes pasos
y de las resbalosa piedras del tiempo,
y perdóname si te provoco amargos recuerdos.
porque no lees lo que escribo.

LUIS MIGUEL ROQUE RAMÌREZ