pero disculpa, es que es muy profundo
el temor de volver a perder
esos ojos de luna nueva,
el universo se perdiò en el vacìo,
en el fondo de tus pupilas negras,
es desesperante no poder tocar
esa piel del mundo quimèrico,
nostalgia, crece en mi cuerpo como
flores en la primavera,
mi razon, ya no la tengo, porque se perdiò en el
mar de tus cabellos,
mi juicio se extraviò en los sueños tuyos, buscando
el sabor de tus labios,
-¿que mas puedo desear?- grita mi conciencia,
y enloquesco cada dìa, cada noche,
oyèndose una triste y reprimida canciòn
susurrando en mis oìdos,
llamados y gritos del mas allà,
que me impulsan a las orillas del mar
claro està, esas voces se llaman "deseos",
¿deseos de que?,
deseos de que
deseos de queee...,
mi corazòn se pierde en una selva andròmina,
mis làgrimas de añoranza son llevadas por el
consuelo y las brisas de la esperanza
de algun dìa poderte ver.
Mis fuerzas me dejan, despues
de haber hecho el gran esfuerzo de esculpir
tu rostro en las nubes, y de construir
tu nombre en las estrellas,
-¿que deseas entonces?-me gritan los astros;
ni yo mismo sè lo que quiero,
percibo mil truenos sobre mi piel,
al ver tus fotos, que son de colecciòn
en los recuerdos de mi memoria;
que anhelo tengo, si en el paraìso
sòlo hay amor de hermanos,
estas en todas partes, todos lugares,
y mi alma se enciende,
se quema, arde el fuego glorioso,
y darte mil besos con estas cartas de mi amor.
LUIS MIGUEL ROQUE RAMÌREZ
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